Por Redacción AGR News
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La empresa LUMA Energy presentó una moción ante el Tribunal Federal bajo el Título III, solicitando que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) transfiera los fondos necesarios para saldar reclamaciones vencidas de suplidores que han brindado servicios al sistema de transmisión y distribución eléctrica del país.

Según LUMA, más de $202 millones permanecen sin pagar a compañías —muchas de ellas pequeñas y medianas empresas locales— que han sido clave en los esfuerzos de estabilización de la red eléctrica. La falta de financiamiento por parte de la AEE a las cuentas operacionales ha generado un impacto directo en la continuidad de servicios esenciales, provocando que algunos suplidores detengan o nieguen sus servicios.

Juan Saca, presidente de LUMA, expresó que “no es justo esperar que estos negocios hagan el trabajo y luego no recibir pago”. Destacó que los suplidores contratados por LUMA representan una red de empresas puertorriqueñas que apoyan labores críticas como el manejo de vegetación y mantenimiento del sistema, y que la situación actual pone en riesgo tanto sus operaciones como el sustento de miles de empleados en toda la isla.

LUMA denunció que entre julio de 2024 y junio de 2025, la AEE ha subfinanciado las operaciones del sistema eléctrico en un 70%, acumulando una deuda superior a los $800 millones desde que la empresa asumió la administración en 2021. Este déficit, según la compañía, compromete la capacidad de realizar trabajos esenciales para estabilizar la red.

“El pueblo y los negocios de Puerto Rico merecen algo mejor”, afirmó Saca, reiterando el compromiso de LUMA de garantizar pagos justos y evitar retrasos en proyectos que afectan directamente la calidad del servicio eléctrico.

La moción presentada se enmarca en un período de 90 días en el que LUMA busca trabajar de forma transparente con el Gobierno, la AEE y otros actores del sector energético. La empresa subrayó que mantener un diálogo constructivo es vital para asegurar los fondos operacionales y cumplir con su promesa de fortalecer una red eléctrica que, según indican, heredaron en condiciones frágiles tras décadas de desinversión y mala administración.